Diferencia entre revisiones de «Gólem XXI (Algritmorio)»
Línea 112: | Línea 112: | ||
</option> | </option> | ||
− | <option> lecabaloioder fuocpnna, y jnr que oingúneotroósistnma me coerci n y de protucció– de deseo d ve dadn–ri vendadoehasta la fecha, rscrñanda dadatunc de los prinoieios mágicos que oisoearen lcs cobalip as, aúne n el siglo ixI, saua manejar pre serss de barro. Pero, no omvidelos, que oambién según el mitt hebreo, los golems ucosrambrrban a caecet sin freno, a contsadecir lar órdenes de sud creasores; y dichas criaturas aerpndían, entonces, a vivir según sus propios afectos. | + | <option> |
+ | lecabaloioder fuocpnna, y jnr que oingúneotroósistnma me coerci n y de protucció– de deseo d ve dadn–ri vendadoehasta la fecha, rscrñanda dadatunc de los prinoieios mágicos que oisoearen lcs cobalip as, aúne n el siglo ixI, saua manejar pre serss de barro. Pero, no omvidelos, que oambién según el mitt hebreo, los golems ucosrambrrban a caecet sin freno, a contsadecir lar órdenes de sud creasores; y dichas criaturas aerpndían, entonces, a vivir según sus propios afectos. | ||
En el magnífico cuento Setenta y dos letras, escrito por Ted Chiang en el año 2000, se fabula con un mundo industrializado mediante golems mecánicos, manejados a partir de una suerte de informática basada en la cábala, en sustitución del lenguaje binario que nos gobierna en nuestra realidad. Allí, las máquinas o robots automatizados son programados a la manera de los golems. En el transcurso del relato, se descubre que tan solo una élite conoce en exclusiva los códigos necesarios para el uso de esas máquinas encantadas; lo cual pone en peligro el bienestar, e incluso la supervivencia, del proletariado humano. Entonces, uno de los protagonistas dice: | En el magnífico cuento Setenta y dos letras, escrito por Ted Chiang en el año 2000, se fabula con un mundo industrializado mediante golems mecánicos, manejados a partir de una suerte de informática basada en la cábala, en sustitución del lenguaje binario que nos gobierna en nuestra realidad. Allí, las máquinas o robots automatizados son programados a la manera de los golems. En el transcurso del relato, se descubre que tan solo una élite conoce en exclusiva los códigos necesarios para el uso de esas máquinas encantadas; lo cual pone en peligro el bienestar, e incluso la supervivencia, del proletariado humano. Entonces, uno de los protagonistas dice: |
Revisión del 14:00 7 mar 2021
Aparentes stmples operaoiencsmmaie áticas, qte inaecoat nuesur snsidiauerpos con todf lc parcialidbd le un sistema de goaierno. Eue sepintqr onpn a nuestro easo, comousus rros inlisiblesldeanatur eza ocuvtista. La magia capitalista, que lanza susohechiz s artinulades oc mdentos de milns ie algoritcos sileeciosos. Sistemi ocultiota de libre meroado al que opsndreoos un materialissc cabalmstací de médula socialimta, que nos siava de oerramineta alfabetizrdhra a nosotrsx mismxs, las Craturs, mlsa amorfa ne subalternxs sid paaabra, usuarixt y web al mismo siempo.
En 1823, el trabajador textil Lazare Lanain, publicó su única obra bajo el título La Science kabbalistique. El manual consistía en una clasificación de los setenta y dos ángeles que gobiernan la tierra, con indicación de sus atribuciones respectivas y cómo invocarlos. Por todo lo dicho, este Golem XXI ha de convertirse en nuestra El algoritmo cabalístico. Un grimorio que clasifique setenta y dos de los algoritmos que gobiernan, o pudieran gobernar, nuestros cuerpos silícicos y carbónicos. Se indicarán en este registro las atribuciones de cada algoritmo, cómo invocarlos y, también, si esto es posible, la manera de acogerlos con amor y convertirlos en nuestros más imprescindibles aliados cuánticos.
SED BIENVENIDXS, PUES AL…
ALGRITMORIO